11 Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un
servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios
sea
glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder
por los siglos de los siglos. Amén.
12 Queridos, no os extrañéis del fuego que ha prendido en medio de
vosotros para probaros, como si os sucediera algo extraño,